Los “hip dips” o, también conocidos como “caderas de violín” son hendiduras o huecos que se forman en las caderas de algunas mujeres. Se forman especialmente entre el hueso de la cresta iliaca y la propia cadera (lo que anatómicamente se conoce como trocánter mayor).
La cadera es uno de los elementos que más define la feminidad, ya que su curvatura es una de sus características distintivas. La línea recta se asocia con lo “masculino”, mientras que la curva se asocia a lo “femenino”.
¿Cómo se pueden tratar los hip dips?
Lo que buscaremos con esta intervención principalmente será equilibrio y compensación entre las diferentes zonas del cuerpo, especialmente con la cintura. Por ello, al tratar de perfeccionar la zona de la cadera, nos enfocamos en la armonía estética que se forma entre la parte lateral de la cintura, las caderas y los muslos.
Cuando hay un exceso de volumen en las caderas, la solución puede ser la liposucción. Sin embargo, no bastaría simplemente con eliminar grasa, ya que eso llevaría a perder la forma y el equilibrio con el resto del cuerpo. En este sentido hablaríamos de lipoescultura. El objetivo es reducir el volumen manteniendo la forma femenina.
Tratamientos hip dips disponibles
En casos menos comunes, puede ser necesario recurrir a una cirugía para ensanchar las caderas o realizar una expansión pélvica. Esta situación se da en mujeres con huecos de cadera acentuados, en pacientes con distribución de grasa andrógina (líneas rectas), en casos de lipodistrofia (alteración de la distribución de grasa, que puede tener diferentes causas). También en cirugías de reasignación de género.
Si hay grasa disponible en otras áreas del cuerpo, podemos realizar un lipofilling o lipotransferencia. Esto consiste en el trasplante de tejido adiposo obtenido principalmente del abdomen y los flancos (lo que también reduce el perímetro de la cintura) e injertarlo en la zona de las caderas.
Tipos de intervenciones
En pacientes muy delgadas, dónde no existen zonas donantes con grasa suficiente para realizar una lipotransferencia, tenemos varias opciones según el grado de ensanchamiento que se desee lograr en la paciente:
Para un aumento de aproximadamente 2 cm, podemos utilizar una prótesis ovalada de silicona cohesiva debajo del músculo tensor de la fascia lata. Sin embargo, el espacio es muy limitado, por lo que solo se puede colocar una prótesis de aproximadamente 110 g a 215 g, lo que no proporciona más de 2 cm de proyección. La fascia lata es muy resistente y poco extensible, lo que limita la expansión del tejido.
Para solucionar los hip dips, también se pueden utilizar prótesis personalizadas que se pueden colocar encima del músculo. Con este método, logramos una proyección de aproximadamente 3 o 4 cm. Además, se combina con la grasa propia del paciente (lipotransferencia) para aumentar el grosor del tejido y suavizar los contornos del implante.
Las desventajas de estas opciones son el costo de los implantes, y los inconvenientes y posibles complicaciones asociadas al uso de material protésico.
La cicatriz quedará en el borde de la cresta ilíaca, una zona que generalmente está cubierta por la ropa interior o el bikini.
Finalmente, si deseas mejorar el contorno de tu cuerpo eliminando esas “caderas de violín” o “hip dips”, puedes solicitar una consulta conmigo a través de nuestro formulario de contacto.
