Cómo retomar el ejercicio físico tras una cirugía estética: gradualidad y recomendaciones médicas

Imagen de José Alberto Fernández Álvarez

José Alberto Fernández Álvarez

Cirujano en Sevilla y Jerez

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José Alberto Fernández Álvarez

Cirujano en Sevilla y Jerez

La cirugía estética representa un cambio importante no solo a nivel físico, sino también en el estilo de vida. Muchas personas que se someten a este tipo de intervenciones se preguntan en qué momento podrán volver a practicar ejercicio físico y de qué forma hacerlo sin comprometer los resultados obtenidos. La respuesta no es universal, ya que depende del tipo de procedimiento, la evolución de la recuperación y las condiciones individuales de cada paciente.

Grupo de mujeres realizando estiramientos al aire libre como ejemplo de ejercicio físico tras cirugía estética, destacando la importancia de una reincorporación progresiva y segura.

Retomar la actividad física de manera prematura puede afectar negativamente la cicatrización, aumentar la inflamación o incluso generar complicaciones como hematomas, seromas o desplazamiento de tejidos o implantes. Por otro lado, una reincorporación planificada y progresiva al ejercicio puede favorecer la circulación, acelerar la recuperación y mantener los resultados estéticos a largo plazo. Entender los tiempos, las limitaciones y las recomendaciones específicas es clave para garantizar un proceso seguro.

La importancia del reposo inicial en el postoperatorio

Durante los primeros días tras la cirugía estética, el reposo es fundamental para que el cuerpo inicie adecuadamente los procesos de cicatrización y desinflamación. En esta fase temprana, el ejercicio está contraindicado. Incluso movimientos simples como agacharse, levantar peso o caminar deprisa pueden generar presión sobre las zonas intervenidas.

En procedimientos como la abdominoplastia, el aumento de mamas o la liposucción, es habitual que se recomiende evitar cualquier actividad física durante al menos 10 días. En otros casos, como la blefaroplastia o la rinoplastia, aunque la restricción sea menos exigente, sigue siendo importante evitar el aumento de la presión arterial o la sudoración intensa.

Seguir las indicaciones postoperatorias ayuda a reducir el riesgo de complicaciones como dehiscencias, infecciones o sangrados, y permite que los tejidos cicatricen con mayor simetría y firmeza. La primera fase debe centrarse en el descanso, la hidratación y el control de la inflamación con las pautas médicas establecidas.

Primeras actividades físicas tras la cirugía

Una vez transcurridos lo primeros 7-10 días, y si no hay incidencias en la evolución, se puede introducir de forma progresiva la actividad física de bajo impacto. Caminar a ritmo suave es, por lo general, el primer ejercicio recomendado. Esta práctica mejora la circulación sanguínea y linfática, reduce el riesgo de trombosis venosa profunda y favorece el bienestar general del paciente.

Algunas recomendaciones habituales para esta etapa son:

  • Caminar a ritmo suave durante intervalos cortos.
  • Evitar movimientos bruscos o giros de torso.
  • No levantar peso ni realizar sobreesfuerzos..
  • Usar prendas de compresión si están indicadas.
  • Detener la actividad si hay molestias, dolor o presión.

El objetivo es recuperar la movilidad sin comprometer la zona intervenida. El seguimiento postoperatorio permite ajustar estas indicaciones en función de la respuesta de cada cuerpo. Es preferible avanzar con prudencia que arriesgar un retroceso en la recuperación por exceso de entusiasmo o actividad no supervisada.

Cuándo retomar el ejercicio moderado o estructurado

El regreso al ejercicio debe estar bien planificado y supervisado para evitar riesgos innecesarios y proteger los resultados quirúrgicos.

La importancia del consentimiento médico

Doctora dialogando con paciente durante consulta médica sobre ejercicio físico tras cirugía estética, planificando el momento adecuado para retomar la actividad con seguridad.

La reincorporación debe ser gradual y siempre con el consentimiento del equipo médico responsable del seguimiento. Cada procedimiento requiere una estrategia adaptada, y avanzar sin evaluación médica puede poner en riesgo los resultados estéticos o la salud general del paciente.

Ejercicios recomendados tras las primeras semanas

El retorno al ejercicio más estructurado debe estar autorizado por el cirujano. En la mayoría de los casos, puede plantearse a partir de las 3ª-4ª semana, aunque esto puede variar según la cirugía realizada y el ritmo de recuperación individual.

Actividades como yoga suave, bicicleta estática sin resistencia o ejercicios de movilidad articular pueden incorporarse antes que rutinas que incluyan fuerza, saltos, impacto o contracción del abdomen.

Un aspecto clave es evitar ejercicios que eleven bruscamente la tensión arterial, aumenten la presión intrabdominal, o impliquen contacto directo con la zona operada.

Precauciones según el tipo de cirugía

En intervenciones como la abdominoplastia o el aumento de pecho, los ejercicios abdominales y de tren superior deben posponerse más tiempo, ya que existe riesgo de alterar la cicatrización interna o provocar desplazamiento de los implantes.

Cómo adaptar el entrenamiento a largo plazo

Superado el periodo crítico, muchas personas desean retomar su rutina habitual de entrenamiento o incluso iniciar un plan para potenciar los resultados estéticos. En esta fase, el ejercicio físico puede convertirse en un aliado para mantener el peso, definir la musculatura o mejorar la postura, aspectos que refuerzan visualmente el efecto de la cirugía.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que el tejido cicatricial necesita más tiempo para ganar elasticidad y fuerza. Aunque la piel haya cerrado visiblemente, la remodelación interna continúa durante varios meses. Por ello, se recomienda evitar sobrecargas, ejercicios de alta intensidad o movimientos explosivos hasta alcanzar una recuperación completa.

El entrenamiento funcional, el pilates o las rutinas dirigidas con supervisión profesional pueden ser una buena forma de reintroducir el cuerpo al esfuerzo físico de forma segura. También conviene monitorizar cualquier signo de inflamación persistente, dolor localizado o irregularidades en la zona intervenida.

El papel del seguimiento médico en la reincorporación deportiva

El acompañamiento por parte del cirujano y su equipo es clave en todas las fases del postoperatorio, pero especialmente en la reintroducción del ejercicio físico. Las revisiones periódicas permiten evaluar la evolución de la cicatrización, detectar signos de alarma y ajustar las recomendaciones a la situación real del paciente.

La comunicación abierta entre paciente y cirujano facilita una planificación individualizada, evitando errores comunes como retomar el gimnasio demasiado pronto, cargar peso en ejercicios inadecuados o realizar deportes de contacto sin autorización. Un seguimiento bien estructurado garantiza no solo la seguridad médica, sino también la durabilidad y naturalidad del resultado estético conseguido.

El Dr. José Alberto Fernández Álvarez, especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora vía MIR y miembro de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE), ofrece un enfoque integral que contempla la recuperación física como parte fundamental del éxito quirúrgico. Su experiencia en el acompañamiento postoperatorio permite a los pacientes reincorporarse a su rutina con confianza y seguridad.

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José Alberto Fernández Álvarez

Cirujano en Sevilla y Jerez

El Dr. José Alberto Fernández Álvarez es un destacado líder en cirugía plástica, estética y reparadora. Se graduó con honores en la Universidad de Sevilla y obtuvo el puesto 32 en el examen MIR, lo que le permitió especializarse en el Hospital Universitario Virgen del Rocío.

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