La lipotransferencia de grasa autóloga o lipofilling consiste en utilizar la propia grasa del paciente para rellenar o dar volumen a determinadas partes del cuerpo.
En los últimos años ha ganado popularidad en el ámbito de la lipoescultura. Quitar grasa de donde sobra, y aprovecharla para dar volumen a zonas como glúteos o pechos, es un procedimiento cada vez más solicitado por las pacientes.
Sin embargo, el lipofilling facial es un procedimiento menos conocido. La cirugía de rejuvenecimiento facial, a pesar de ser un procedimiento seguro y confiable, sigue causando miedo y desconfianza entre las pacientes, que habitualmente recurren a tratamientos sin cirugía, con efectos transitorios, para atenuar los cambios de la edad.
El envejecimiento facial es el resultado de 3 factores fundamentales:
- Deterioro cutáneo como consecuencia de agresiones externas, como las radiaciones solares.
- Efecto de la gravedad que condiciona la caída de los tejidos.
- Pérdida de volumen por atrofia grasa y ósea.
Los rellenos empleados en medicina estética como ácido hialurónico obtienen excelentes resultados al corregir selectivamente las pérdidas de volumen del rostro, tensando la piel y disimulando las arrugas. Sin embargo, estos resultados no son permanentes y además no actúan sobre la caída de los tejidos, ni permiten tratar la laxitud y exceso de piel de la cara.
Efectos rejuvenecedores del lipofilling
La transferencia de grasa autóloga nos permite recuperar el volumen perdido en los distintos compartimentos de la cara. A diferencia de otros rellenos empleados en medicina estética, el lipofilling transfiere tejido y células vivas, que permanecen en el tiempo con una reposición permanente del volumen.
Además, el tejido graso transferido incluye una cantidad importante de células madre pluripotenciales con capacidad regenerativa, que no solo aportan volumen, sino que mejoran la calidad de la piel y de los tejidos, proporcionando un verdadero efecto rejuvenecedor.
La transferencia de grasa no reemplaza un lifting
El lifting o estiramiento facial es el único tratamiento que nos permite reposicionar los tejidos que han caído por efecto de la gravedad, y tratar el exceso de piel por pérdida de elasticidad cutánea.
La combinación del lipofilling y el lifting facial es un tratamiento completo que nos permite actuar y corregir de forma global los efectos del envejecimiento, con resultados naturales y duraderos en el tiempo.
La valoración por un especialista en la materia es fundamental para saber hasta dónde podemos llegar con los tratamientos y rellenos no quirúrgicos, y a partir de qué momento la mejor solución para tratar el envejecimiento facial pasa a ser la cirugía. Si continuamos abordando un problema quirúrgico con tratamientos no quirúrgicos, obtendremos resultados poco naturales, hasta el punto que nuestros pacientes no se reconozcan al mirarse al espejo.
