Al hablar de operaciones de pecho muchas personas piensan directamente en el aumento de pecho. Sin embargo, cada vez son más las mujeres que hacen justo lo contrario: una mamoplastia de reducción.
Tener unas mamas excesivamente grandes puede suponer un verdadero problema, tanto a nivel estético, como físico o psicológico. Muchas mujeres sufren graves problemas de espalda crónicos debido a esta condición. No es de extrañar que vean en la cirugía una salida.
¿Estás pensando en someterte a una reducción de pecho? Hoy te contamos todo lo que necesitas saber sobre esta intervención. ¡Vamos allá!
¿Qué es una mamoplastia de reducción?
Lo primero es entender qué es exactamente una mamoplastia de reducción. Se trata de un procedimiento quirúrgico que tiene como objetivo reducir el tamaño de las mamas y de las areolas. Se realiza mediante la eliminación de la grasa y el tejido mamario, de forma que se hagan más pequeñas y ligeras.
Además de conseguir un pecho más pequeño, con este tipo de mamoplastia se elimina el exceso de piel consiguiendo unas mamas más tersas, firmes y proporcionadas. Consigue corregir la caída del pecho y darle a las mamas un aspecto mucho más rejuvenecido.
Procedimiento
La mamoplastia de reducción es una técnica quirúrgica por lo que necesita anestesia general y al menos un día de hospitalización. La duración de la operación variará dependiendo del tamaño de los senos de la paciente. Suele estar entre 3 y 4 horas.
Se extrae la grasa sobrante y la glándula del pecho para conseguir el tamaño deseado por la paciente. Tras ello se elimina toda la piel sobrante, dando la forma adecuada y adaptando la mama a su nuevo tamaño.
El número de cicatrices depende mucho de la paciente y de la cantidad de piel que sobre. Generalmente las mamas de gran tamaño precisan de una cicatriz en forma de T invertida para que el resultado sea el deseado.
Postoperatorio
La mamoplastia es una operación delicada y aunque el postoperatorio no sea muy largo es necesario seguir al pie de la letra las indicaciones del médico para asegurar que el resultado sea óptimo y evitar posibles complicaciones.
Los resultados son inmediatos. Normalmente pasada una semana la inflamación disminuye y el pecho comienza a tener el aspecto deseado. Es normal que tras la operación se pierda cierta sensibilidad en la zona pero no es algo alarmante. Es algo normal y suele volver de forma progresiva pasadas unas semanas.
Para evitar posibles hematomas se coloca un drenaje en cada pecho durante las primeras 48-72 horas. Además, durante el primer mes tras la cirugía la paciente tendrá que utilizar un sujetador compresivo que no tenga aros.
Uno de los elementos más importantes del postoperatorio es cuidar de forma minuciosa las cicatrices para que pasados entre 6 y 12 meses sean lo menos visibles posible. ¿Quieres ver el antes y después de nuestras reducciones? Haz clic aquí.
Preguntas frecuentes
La mayoría de pacientes están repletos de dudas antes de realizarse un tratamiento u operación estética. Es normal que el miedo a lo desconocido y los mitos que muchos leen por Internet hagan que los pacientes tengan dudas muy frecuentes. ¡Si no te las resolvemos en nuestro blog no dudes en preguntarnos!
¿Cuánto voy a tardar en recuperarme?
Lo primero que debes tener en cuenta es que cada paciente es un mundo por lo que los tiempos variarán dependiendo del caso. De forma general la recuperación tarda entre 2 y 4 semanas.
Durante este periódo es imprescindible evitar hacer grandes esfuerzos físicos. La reincorporación al trabajo, por ejemplo, dependerá de la implicación física que suponga. Un par de días después de la cirugía se pueden empezar a dar paseos pero es fundamental evitar actividad física intensa o de impacto durante un mínimo de 4 semanas.
Si eres una amante del ejercicio es importante que sepas que tendrás que esperar entre 6 y 8 semanas para volver a entrenar.
¿Tendré cicatrices para siempre?
Sí, la mamoplastia de reducción deja cicatrices permanentes pero si se cuidan bien apenas se verán. Al principio estarán hinchadas y serán rojas pero se irán haciendo menos visibles con el paso del tiempo.
Para conseguir que la operación cicatrice de forma correcta es fundamental que sigas las indicaciones del equipo médico. Puedes utilizar cremas o apósitos que favorecen la cicatrización. ¡Y huye del sol el primer año!
¿Es necesario estar ingresada?
La mamoplastia se realiza con anestesia general por lo que la paciente deberá estar hospitalizada entre 24 y 48 horas. El motivo principal es controlar que no haya complicaciones tras la operación. Debes estar vigilada.
Y hasta aquí todo lo que necesitas saber sobre la mamoplastia de reducción. Si llevas años sufriendo dolores de espalda por el tamaño de las mamas no dudes en dar el gran paso, ¡ganarás calidad de vida y un pecho precioso! Contacta con nosotros para cualquier duda.